miércoles, mayo 28, 2014

Viaje a Sarajevo (5º Día)


Lunes 28 de Octubre del 2014, mi quinto día en la ciudad de Sarajevo y el día elegido para hacer una escapadita a Mostar, la capital de Herzegovina.

Así que tocaba madrugar (5:45), pegarse una ducha rápida y bajar a la calle a coger un TAXI. La parada estaba justo enfrente del albergue, y aunque en un principio cuando llegué no habia ninguno, en menos de dos minutos llegó uno que pude coger (6:05) para hacer un pequeño trayecto hasta la Estación de Tren (6:15) que me costó 8,5 KM.


Había llegado con tiempo, porque faltaba media hora para la salida del tren (6:51), pero tengo que reconocer que a mi a estas cosas me gusta llegar sin prisas y no tener que andar a la carrera. Saqué el billete a Mostar (11 KM) y me fijé en el termometro de la estación que estabamos a 10 grados. Mientrás esperaba, me tomé un café en la cafeteria de la estación (1 KM), pero desgraciadamente no tenían nada que comer.


El tren salió puntual, así que me quedaban algo más de dos horas y media de viaje hasta Mostar que aprovecharía para descansar, ver alguna serie en la tablet y escribir un poco en mi diario. El tren no era precisamente moderno y comodo, pero la verdad es que iba bastante vacio, así que se viajaba relativamente bien. Como dato curioso deciros que en el tren se puede fumar, ya que en determinado momento empezó a llegarme cierto olor a tabaco de alguien que estaba fumando al final del vagón.


Como anécdota contaros que aunque en el momento de hacer la foto no me di cuenta , después, analizando las fotos y el viaje, tengo que deciros que a esta chica del fondo el vagón, me la encontre a lo largo de mi viaje por Sarajevo en diferentes momentos y lugares (quizás era el destino que quería unirnos).


Por cierto, durante el viaje de más de dos horas pude disfrutar de algunas vistas impresionantes que no pude evitar fotografiar.

Y a eso de las 9:30 de la mañana, puntual, el tren llegó a su destino, la Estación de Mostar, una pequeña ciudad de poco más de 130.000 habitantes que durante la Guerra de Independecia de Yugoslavia sufrió el asedio durante 18 meses y que es la ciudad más grande y además la capital de la región de Herzegovina.

Salí de la estación, crucé el puente que atraviesa el rio y me dirigí andando hacia el centro de la ciudad (no más de diez minutos andando). Si habeís seguido mi viaje recordareís que la noche anterior no habia cenado, y que tampoco había desayunado, así que aproveché la primera pastelería que enocntré para comprarme un pequeño bollo con el que recuperar fuerzas.


Era una especia de Croisant con una salchicha dentro (1 KM), no era precisamente lo que me esperaba, pero tengo que reconocer que en ese momento me supo a gloria.


Seguí avanzando poco a poco, aunque tengo que reconocer que según andaba se me iba cayendo el alma a los pies. Estaba claro que en esta ciudad, por lo menos en la zona poca turistica, la inversión para la reconstrucción de la ciudad habia sido bastante menor que en Sarajevo, ya que los restos de la guerra estaban aún my presentes.


Afortunadamente llegué enseguida a lo que es el centro historico de la ciudad, la zona turistica y la que logicamente se han dado más prisa en reconstruir, dejando atrás las imagenes desoladoras de destrucción que había podido ver en las fotos. Era como entrar en una ciudad nueva en la que aprecía no haber pasado nada.


Y después de andar un poco, la verdad que no mucho, porque la ciudad es bastante pequeñita, llegué al famoso Stari Most o Puente Viejo, un puente que fue construido en 1566 bajo las órdenes del gobernante otomano Suleiman el Magnífico y que fue una de las maravillas arquitectonicas de la epoca y cuya destrucción entre 1991 y 1993 hizo que se convirtiera en una de las imagenes de la Guerra de los Balcanes.


Eran casi las 12 del mediodía y llevaba un buen rato pateandome el casco antiguo de la ciudad, así que llegaba el momento de tomarse una cervecita descansando en una de las muchas terrazas que había (2 KM).


Después seguí paseando un poco por la zona, incluso alejandome un poco del puente para tener otra perspectiva, mucho más general, que sin duda merecía la pena fotografiar.


Durante mi caminata por el casco antiguo ya ha fichado un par de sitios interesantes para comer, así que decidí encaminarme a uno de los que me habia gustado.


Un pequeño restaurante metido entre calles que tenia enfrente unas mesitas a la sombra de unos arboles y en el que el sonido del rio al pasar por debajo generaba un ambiente relajado y tranquilo.


Tenía hambre, como habeís ido viendo no habia comido mucho en las últimas 24 horas, así que decidí pedirme un plato de Raznjici. En principio habia fichado el restaurante por unas fotos de una parrillada que habia en su carta exterior, pero desgraciadamente la parrillada era para dos, y aunque reconozco que tenía hambre, tampoco era plan. El plato que veís en la foto, con su corespondiente jarra de cerveza, fueron 14,5 KM, algo más de siete euros.


Después de comer, a eso de las 14:30, decidí darme un nuevo paseo por el Casco Viejo de la ciudad y sacar alguna que otra foto a sus gentes y a los paisajes, por cierto, durante estas caminatas me cruce varias veces con la chica de la foto.


La verdad es que como he dicho la ciudad es pequeña, y quitando el casco antiguo, que es lo más turistico y más cuidado, hay poco que visitar, así que me limité a ir paseando, eso si, buscando siempre la sombra, porque el sol cascaba de lo lindo, y fotografiando todo aquello que me parecía curioso.


Después de fotografiar el puente desde todos los lados posibles, desde su margen derecha, de su margen izquierda, desde el propio puente e incluso desde abajo en el rio, decidí salirme un poco de lo que era la zona turistica, ya que llevaba ya unas cuantas horas dando vueltas por las mismas calles y los mismos sitios.


Tengo que reconocer que la otra parte de la ciudad no es lo más bonito que podamos encontrar, pero es sin duda la parte de la ciudad que refleja todo el dolor que se tuvo que sufrir alli hace tan solo algo más de veinte años.

Hasta que a eso de las 17:00 decidí poner ya rumbo a la estación, no era plan de estar perdiendo tiempo para luego llegar tarde al tren, el único medio de comunicación que conocía para volver a Sarajevo, mi punto de partida.


A eso de las 17:45 estaba ya en la estación, saqué mi billete a Sarajevo (10,9 KM) y me senté en un bar algo cutre que habia en la estación a esperar que diese la hora de subir al tren (18:38). Me tomé una cervecita (2 KM) y mientrás esperaba que diee la hora pude ver como llegaba a la estación mi amiga de la foto.


Llegado el momento accedí a la estación propiamente dicha, una estación que parecía sacada de los años setenta, subí al tren y me puse a escribir mi diario, tenia otras dos horas y media de viaje, ya que la hora estimada de lllegada a Sarajevo eran las 21:13.

El tren llegó puntual a su hora, allí me cogí un TAXI hasta el albergue (8KM), unos diez minutos, y cansado y sin cenar, a eso de las 22:45, decidí irme a dormir. Había sido un día diferente en el que había tenido la oportunidad de conocer la otra ciudad importante de Bosnia y Herzegovina.

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